En la actualidad tengo cuatro gatos. Bueno, míos son dos, los otros dos son de mi hermana y mi cuñado que ahora están viviendo conmigo.
Los dos míos:
Garfi aka El Mafioso: Se lo dieron a mi padre, estaba llenito de hormigas de estar en un huerto. Estaba recién destetado, era una bolita de billar.
Donette aka El Lisiado: Me lo trajeron los de la asociación con la que era casa de acogida para acogerlo. Era gato callejero y aunque lo tenían controlado en una colonia, un día lo encontraron que lo habían atropellado. Estuvo a punto de morir, le tuvieron que operar la pata y quedo cojo, le amputaron medio rabo, pero al final consiguieron salvarlo. Estuvo unos meses viviendo en la clínica veterinaria mientras se recuperaba, y cuando estuvo recuperado como yo acababa de volver a mi ciudad a vivir y les había dicho que podía volver a acoger, me lo trajeron. Estuvo un año conmigo de acogida y nadie preguntó ni se interesó por él. Yo en cambio me iba enamorando cada vez más de mi lisiadin así que el verano pasado decidí adoptarlo definitivamente.
Los dos de mi hermana y mi cuñado:
Patri aka La apestosa / La gata milagros: Me la trajeron de acogida los de la asociación (he tenido tres gatos en acogida, la primera Lía que fue adoptada por otra familia, la segunda Patri y el tercero Donette). Era callejera y era una camorrista, se metía en un montón de peleas, perdió varios dientes, y decidieron que la calle no era para ella y nos la trajeron de acogida. Es la gata milagros, su baba apestosa es el elixir de la vida eterna.
Pixel: Lo trajo mi cuñado de una camada que tuvo un conocido suyo, de su gata que se escapó por el campo y quedó preñada. Los demás gatos murieron a los días, un vecino del conocido éste los envenenó
Otros gatos que he tenido y que ya no están:
Isi: Nuestra primera gata. Era siamesa. La cogimos de casa de mi abuela, que tenía un montón de gatines en el gallinero de su casa y tenían camadas a menudo. Mi hermana y yo tendríamos sobre los 6 ó 7 años, fuimos y estuvimos eligiendo. Mi abuela los había metido en una jaula para tenerlos controlados y que no se escaparan, y mi hermana decidió que quería al cachorrin que se subía por los barrotes y no paraba quieta. Vivió con nosotros 10 años, murió cuando yo cumplí 17, por tumores mamarios que derivaron en metástasis por culpa de la negligencia de un veterinario que debería estar encarcelado.
Bolita: Cuando murió Isi yo estaba super triste. Además acababa de terminar bachiller, estuve un año sin estudiar antes de ir a la uni porque al hacer selectividad en septiembre no me pude meter a la carrera que quería porque las plazas se habían acabado en junio, había dejado el trabajo, total, que estaba fatal y echaba mucho de menos a Isi. Para animarme un poco, mi hermana contactó con asociaciones y de regalo de cumpleaños me trajo a esta bichina blanca con la naricita naranja que estaba recién destetada. Me seguía a todas partes. Yo el septiembre siguiente empecé a la uni y me fui a vivir fuera, así que los gatos (Bolita y Garfi son coetáneos en el tiempo, Bolita vino en diciembre de ese año y Garfi uno o dos meses después) quedaron al cuidado de mi padre. Yo ya avisé a mi padre que no los dejara salir a la terraza, pero no me hizo ni puto caso. Garfi como mucho se iba a la terraza de al lado (estaban en obras, una vez rasgó los sacos de cemento y se rebozó en los polvos de cemento y apareció por casa blaaaanco como la tiza, cuando es neeeeegro como el carbón) pero Bolita sí le gustaba irse y perderse un par de días (estaba esterilizada pero a mi me daba miedo que le pasara algo, por eso le prohibí a mi padre que saliera, pero no me hizo caso). Un día me llamó mi padre y me dijo que la gata llevaba una semana sin aparecer por casa. Jamás volvió. Nunca he sabido qué le pasó, si murió, si alguien la vio y se la quedó, si siguió viviendo pero en libertad... Lo pasé fatal.
Lía: La primera gata de acogida que tuvimos. Era de una familia que acababa de tener un hijo, resulta que el hijo nació con una alergia de la h*stia y al llevarlo a casa lo tuvieron que llevar de vuelta al hospital por la alergia que le dio. La familia decidió deshacerse del gato (algo entendible teniendo un bebé tan alérgico) pero sus cabezas pensaron que sería buena idea, mientras alguien se llevaba a la gata de su casa, tenerla encerrada en una maleta en la terraza
Estuvo unos 10 meses con nosotras hasta que le salió un adoptante.
Otras especies:
Aska: Una collie barbudo. Mis padres cuando eran jóvenes educaban perros y tenían además un montón propios. Una de ellas parió a Aska y a Coco, su hermana, que fue con las que conviví yo. Era buenísima, la perra más obediente del mundo, super paciente con mi hermana y conmigo de bebés. Murió cuando yo tenía unos 6 años, por leishmaniasis.
Coco: Otra collie barbudo, hermana de Aska. Murió antes que Aska, un par de años antes. Se escapó en una salida al campo y a los días de buscarla la encontramos (bueno, mis padres) muerta, la habían atropellado y habían dejado ahí el cadáver.
Idefix: Un schaunzer miniatura albino. Mi padre apareció un día con él por casa, no sé de dónde lo sacó. Es coetáneo de Isi. Cuando lo trajo yo iba a la ESO pero no recuerdo muy bien cuántos años tenía, 14 ó 15 o por ahí. Era un perro muy problemático, muy agresivo, se le intentó educar de todas las maneras posibles, se contactó con profesionales, se le llevó al veterinario a ver si había alguna causa física, pero no hubo ningún progreso. Todas las visitas se iban con algún mordisco o alguna prenda de ropa rota. A mi una vez me cogió del brazo, hincó dientes y empezó a sacudir mi brazo, cuando consiguieron apartar al perro mi brazo era un festival de sangre y rajas, parecía que lo había metido en una licuadora. A mi hermana le hizo lo mismo pero con más rabia aún, le dejó destrozadísimo el brazo. Llegó un punto en el que no podíamos más, llevábamos así dos años y estábamos atemorizados con el perro, y mi padre contactó con un hombre que tenía un huerto para ver si lo quería para el huerto. El hombre se lo llevó para allí y parecía que el perro iba mejor y el estar por ahí libre le iba mejor que estar en un piso, hasta que un día se escapó del huerto y atacó a una familia que pasaba en bicicleta, en concreto atacó al hijo pequeño y se lo tuvieron que llevar al hospital. El dueño del huerto lo sacrificó. Me duele mucho esta historia porque no sé... me da mucha pena cómo acabó el perro, y a la vez me acuerdo del miedo que pasé con él, estuve muchos años con fobia a los perros, cambiándome incluso de acera si veía que un perro iba a pasarme por el lado... No sé, en fin, que ya no se puede cambiar el pasado.
Si queréis también os pongo a las tortugas, o a los loros, pero vaya, lo veo inncesario después de este tochaco
En conclusión, que desde que nací he convivido con animales, y mi plan es morir rodeada de animales
de gatos, muchos gatos