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Me alucina mucho cómo ha cambiado el discurso desde hace casi una década. Cerca del 2016-17, cuando el boom de este retoque; yo tenía 20 años. Ahora con casi 30, miro hacia atrás y la presión que hemos tenido las mujeres y especialmente las chicas jóvenes ha sido bochornosa y muy dura y hemos estado muy vulnerables.

Hemos visto cómo nos metían por los ojos que era un pinchacito de nada, que quedaba natural, que era barato y se hacía en 5 minutos con anestesia local y a casa, y que si te aburrías, en 8 meses se había reabsorbido todo, porque el AH es un producto natural, compatible con nuestro organismo. Y que armonizaba el rostro, muy fuerte. Que ya que estabas te ponían lo que sobraba en la nariz, otro poquito en los pómulos y ya que has venido, baby botox.

Y venga a ver a gente poniéndose labios y al final rehaciéndose la cara entera, para tenerla igual que la de un filtro de Instagram, como una película de terror de ultraviolencia. Al mismo nivel que darse mechas o hacerse las uñas. No queda(ba) una famosa o una amiga sin haberlo hecho (que en realidad sí, pero te hacían sentir minoría).

Pero ahora resulta que no desaparece ni pagando, porque hasta las personas que se inyectan producto para disolverlo reconocen que no han vuelto a sus labios de antes, que si repites y no te destrozan la cara te ha tocado la lotería. Y cada vez más estudios demostrando que no era todo tan bonito como parecía, que es un producto que migra y nunca desaparece del todo. Por no hablar de la dismorfia que ha causado, la mayoría han perdido el norte y ya recuerdan ni cómo eran sus labios antes y solamente quieren más y más, a la vista está en el hilo. De repente están las redes llenas de expertos advirtiendo sobre los peligros de esto, seguramente los mismos que hace 5 años te decían que no hay mujer fea sino pobre (como si de verdad estas infelices estuvieran guapas) y que si ibas en contra de los retoques no respetabas la libertad de las mujeres. Mi falacia favorita, cada uno que se haga lo que quiera si le hace sentir mejor. Lo que quiera, sí

Yo he tenido épocas de sentir que me hacía falta un poco de labios, un poco de relleno de ojeras, un poco de botox, un poco de elevar el párpado y un poco de todo. Cuesta muchísimo salir de ese bucle y me alegro de no haber caído, yo y otras muchas amigas, porque ahora nos veo fresquísimas y guapísimas. No digo que lo seamos, pero desprendemos un algo que otras muchas personas han perdido por culpa de esta deriva loca de consumo, ego y autopercepción. El futuro era esto

Espero no haber sonado paternalista, ni culpo a las que lo han hecho ni las compadezco más de lo justo, pero la exigencia con nosotras ha sido máxima.