@Lux @Petrita Siento mucho que acabara así. Aunque triste, a veces es para mejor, y para todos, también para los peques
A nosotros nos ha costado más de un año acoplarnos y llegar a acuerdos...
Mi marido trabaja mil millones de horas desde que se cambió de empresa. Lo peor es que sabíamos que iba a ser un trabajo de mucha responsabilidad y dedicación, y yo le animé a cambiarse (a él le daba miedo el cambio), así que ahora me cuesta decirle que eche el freno, porque, en parte, ha sido por mí. Lo normal es que esté pringado de 8 a 20 horas, con una pausa para comer que según el día puede ser de 40 minutos o de una hora y cuarto...pero no más. Con esta situación apenas nos vemos y estoy yo con el niño todo el día, muy cansada y terminaba de muy mal humor y discutiendo. Al final lo hemos salvado con ciertos acuerdos:
1- Dos días a la semana (y si puede, alguno más) lo lleva él a al aguarde para que yo me vista y desayune con calma. Esos dos días los tiene bloqueados en la agenda del trabajo sí o sí. Eso más o menos lo tenemos repartido 50-50 (aunque yo me encargo de dar desayuno y prepararlo siempre, lo que me lleva una horita...)
2- Si no tiene 'crisis' de trabajo, el baño es momento para los tres. Así que lo solemos alargar hasta 40 minutos entre baño y juegos o incluso una hora, pero es que es el momento más familiar del día
3- Las noches son para él y eso es innegociable. Fue mi condición para dejar de discutir
Yo tengo muchos problemas de sueño de siempre y a cada movimiento que hace el niño en la cuna me despierto y me cuesta Dios y ayuda volver a caer, y mi marido no se enteraba el 80% de las veces...así que se queda la cámara (dormimos en habitaciones separadas desde hace años porque lo mío con el sueño es un horror). Y los sábados remoloneo todo lo que quiero, suelo estar en la cama hasta a las 10 u 11
Me ha cambiado el humor!!! jjj.
4 - Siempre, siempre cenamos juntos. Si el niño tiene el día torcido y tarda en dormirse o si alguno tiene que rematar algún tema de trabajo da lo mismo, nos esperamos, cenemos a las 21.30 o a las 23 horas. Cenamos y hablamos del día, del trabajo, de las noticias... y luego, serie compartida.
5 - Una vez al mes hacemos algo solos. Lo hemos hecho cuatro veces contadas por razones obvias y con la que tenemos encima, mal camino lleva eso, pero hemos acordado que a no ser que nos confinen y no podamos llevar al niño donde mi madre, seguiremos aunque sea para estar en casa, pero solos.
Lo que peor llevo yo es el tema que creo que llevamos peor todas, hay que planificar y rascar huecos imposibles a la agenda...y yo lo llevo mucho, mucho peor que él, de lejos.
En general estamos bastante bien, aunque el primer año tuvimos nuestros altibajos, pero está claro que la relación ha cambiado. Porque nuestra vida ha cambiado, eso es impepinable que nos pase a todos. El salir, viajar, improvisar planes, vaguear cuando te apetece...todo eso se ha acabó.