Que hilo tan chulo.
Me da pena que esté tan abajo, así que cuento mi libro.
Yo soy las que pienso (y en el fondo es una gilipollez, pero bueno, soy feliz así) que son ellos los que nos escogen a nosotros.
Voy a intentar resumir. Mi madre no quería perros, le encantan, pero es una maniática del orden y limpieza y el que tuvimos anteriormente lo destrozaba todo. Una amiga se encontró una perra embarazada, y cuando fui a ver a los cachorros, una perrita no se separaba de mi. Mi amiga quería que me llevase otra de la camada, pero ella me escogió, ya no podía hacer nada...
Y me la llevé a casa. Fue la perra mas lista que he conocido nunca, tanto, que al mes y medio ya hacía sus cosas en el periódico y se atravesaba un pasillo gigante. No sabía casi ni andar (se escurría por el suelo y la panzota que me tría). Tan buena, que a los 5 años tuvimos otra, más buena si cabe ( y menos lista, también hay que decirlo)
La primera perrita murió de mayor hace unos años, con 17 años. Ni mi madre ni yo queríamos más, porque la verdad es que mira que han pasado años, pero la recuerdo y se me saltan las lágrimas.
Como no quería más, estuve de "taxista" en una asociación de animales llevando a perros al vete y esas cosas. En una de estas ocasiones, tuve que llevar a un perro, y el pobre estaba bastante mal, le habían castrado y lo tenía todo hinchado y le dolía un montón. Y de ánimo también mal claro. Pues en esto que lo llevo al veterinario que me dijo la asociación, y el veterinario no le hizo mucho caso al perro, ni le mandó antibióticos ni nada de nada. Ni le quiso poner el collar isabelino, a pesar de que le dije que lo pagaba yo. Le enseñabas un muñeco al pobre y no sabía ni que hacer con él, con 12 meses...
Pues me dio tanta pena, que me puse en contacto con mi veterinario, le enseñé unas fotos y me dijo que necesitaba antibióticos. Fuí, los compré y se los llevé al perrete (los de la asociación ni put.. caso).
Y viendo todo el percal, decidí no volver a hacer nada con ellos, no llevar a ningún animal más, porque yo ni dormí pensando en que estaría mal el pobre.
A la semana me vuelven a llamar, yo les dije que me iba de viaje, y ellos erre que erre que no podía nadie más, que estaba malito y patatín patatán. Pues vale, recojo al perro, le veo más apático que la semana anterior, hago otras fotos y se las mando a mi vete. me dice que que barbaridad, que le lleve al perro, lo operamos de urgencia (a todo esto con la consulta a reventar y toda la gente súper amable que pasara).
Y me hace una pregunta mi vete, Nanaeboo, después de todo lo que estás haciendo no te vas a quedar con él? Pregunté a los de la asociación y me dijeron que no tenía chip, pero que lo iban a mandar a Galicia
porque a una familia le gustaba.
Y ya follón, porque pensaba mandarle al día siguiente en el bus, mi vete diciendo que de eso nada que tenía que recuperarse.
Pues a tomarporculotodo, me lo quedo. Bloqueo números y en mi casa está.
Decir que me denunciaron a mi, a mi veterinario, todos en el juicio, y gané.
Pero mi peque, que es un trasto, está conmigo. Y es la cosa más pesada del mundo con la gente, va por la calle mirando a ver si alguien le mira, como le miren ya se pone a llorar para acercarse, si no se acerca berreo el cabrito.
Y como estemos tomando algo en la calle, y se aburra al rato, empieza a mirar fíjamente a la gente y moviendo el rabo para llamar la atención, como le miren... estamos perdidos. y si es un bebé la cosa es aún peor, los adora