Te entiendo muy bien porque, si bien ya estoy muchísimo mejor, en su día decidí pedir ayuda psicológica porque me encontré con un muro incapaz de vencer. Me pasaba lo mismo que a ti: no era tanto gustar a los demás como gustarme a mí misma lo que quería y necesitaba. Había días en los que incluso lloraba del asco que me daba, por triste que suene. Y, al igual que tú, dejé de usar ciertas prendas de ropa o hacer ciertas cosas bien porque "no lo merecía" (según mi criterio) o bien porque seguramente iba a acabar en catástrofe (por ejemplo, no ponerme un vestido porque mis piernas eran horribles y porque la gente se iba a reír de mí). El caso es que al final decidí ir a terapia y gracias a eso fui recomponiéndome. En mi caso, acudí a una terapia cognitivo-conductual que, a día de hoy, tanto como paciente que he sido como psicóloga que soy ahora (
) la recomiendo muchísimo en casos como el tuyo. Ve y cuéntale lo mismo que has dicho aquí. No tengas miedo. Si hace falta escríbelo y se lo lees o que lo lea el profesional, no pasa nada. Lo importante es dar el primer paso.
Yo recuerdo mi primer día muy angustioso porque además ya había ido a uno de la Seguridad Social previamente y fue un desastre, me hizo sentir como un mojón. Así que cuando me decidí a ir a la psicóloga (era privada) iba hecha un flan y pensando que no me entendería y que yo jamás me iba a "curar". Pues salí de allí feliz y esperanzada porque sentía que iba a poder con todo por muy largo y duro que fuera el camino. Así que, de corazón, anímate a ir. Y si ves que no hay feeling con el que encuentres, busca otro, que no pasa nada. Además, ahora muchos dan una primera consulta gratuita así que mucho más fácil para ver si te gusta, qué te hace sentir...
Yo, por desgracia, tuve que frenar la terapia al tiempo por falta de dinero y aunque es cierto que mejoré un montón, sí que hay cosillas que aún me falta por pulir. Sin embargo, estoy a años luz de como estaba antes, te lo seguro. Ahora no me doy asco, no me odio, no creo no merecerme ni el aire que respiro. Antes era una cosa muy dura y cruel conmigo misma. Sobretodo también en el tema físico, como tú comentas, porque yo me veía horrorosa, terriblemente fea y para colmo tenía (y tengo) un defecto en el pecho que sólo se soluciona con cirugía estética y aquello sólo agravaba la repugnancia que me tenía porque me veía como un monstruo con esas tetas, esa cara... En fin. Qué te voy a contar. Actualmente me quiero mucho más y aunque aún no he podido solucionar lo del pecho, sí que voy a la playa/piscina, tengo relaciones s***ales sin taparme, si estoy en pijama no me pongo un sujetador "por si se nota", me pongo vestidos... Joder, que voy hasta al gimnasio en top y leggins, hace unos años te habría dicho que ni de coña
.Así que, en serio, yo te animo a ir. ¿Por qué no te propones para esta semana, @Garp , buscar psicólogos en tu zona y la semana que viene acercarte a alguno? A parte del que has comentado. Tampoco sé cómo está tu economía ahora mismo, pero los hay asequibles y también se adaptan a ti y a lo que puedas ir pagando.
No nos importa invertir en salud física pero cuando es salud mental nos lo pensamos muchísimo cuando a veces la mente duele incluso más.
En fin, me callo ya
. Perdona el rollo y el haberte contado mi libro, pero espero que te pueda servir como empujón o al menos que te ayude en cierto modo ver que alguien estaba metida de lleno en un pozo similar al tuyo y consiguió salir. Tú tienes lo más importante, la voluntad e iniciativa, así que venga, que ya sólo es dar unos cuantos pasitos más 
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